Los poemas de Wallace Stevens, quien es un destacado poeta modernista, que nos sumerge en un mundo de imaginación y reflexión filosófica a través de su poesía. Sus obras exploran temas como la realidad y la percepción, la creatividad y la naturaleza del arte. Con una prosa rica y evocadora, Stevens crea imágenes deslumbrantes y metáforas ingeniosas que desafían la comprensión convencional. «El hombre del sol» es uno de sus poemas más conocidos, donde explora la relación entre el ser humano y la naturaleza. Con un enfoque en la exploración intelectual y la contemplación estética, la poesía de Wallace Stevens es una invitación a cuestionar el mundo y encontrar belleza en la complejidad de la existencia. Su legado literario perdura como una contribución invaluable al canon poético moderno.
El hombre con la guitarra azul
Un hombre con la guitarra azul se alza,
En cada acorde, un suspiro que me embriaga,
En el eco de sus cuerdas, mi alma se halla,
El hombre con la guitarra azul, en tu amor me atrapa.
En el lienzo de su música, el alma se revela,
En cada nota, una historia que no se cancela,
En el vaivén de sus acordes, el alma vuela,
El hombre con la guitarra azul, en tu amor me desvela.
En el susurro de su voz, el viento se serena,
En cada estrofa, un verso que no se condena,
En el eco de su canto, mi alma se llena,
El hombre con la guitarra azul, en tu amor me ordena.
En la penumbra del escenario, se ilumina,
En cada melodía, una pasión que no se termina,
En el fulgor de su música, la vida se imagina,
El hombre con la guitarra azul, en tu amor me fascina.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada acorde, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
El hombre con la guitarra azul, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘Treinta mirlos mirando
Treinta mirlos mirando desde un árbol se yerguen,
En cada mirada, una pregunta que no se responde,
En el silencio de sus ojos, mi alma se sumerge,
Treinta mirlos mirando, en tu amor se responde.
En el vuelo de sus alas, el cielo se despliega,
En cada aleteo, una melodía que no se niega,
En el eco de su graznido, el alma se sosiega,
Treinta mirlos mirando, en tu amor se sosiega.
En el verde follaje, su misterio se desvela,
En cada hoja, una historia que no se cancela,
En el murmullo del viento, mi alma se eleva,
Treinta mirlos mirando, en tu amor se eleva.
En la danza del viento, juntos somos eternos,
En cada vuelo, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
Treinta mirlos mirando, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘El jarro de anémonas
El jarro de anémonas se alza en la habitación,
En cada pétalo, una delicadeza que me envuelve,
En el aroma de sus flores, el alma encuentra consuelo,
El jarro de anémonas, en tu amor me envuelve.
En el reflejo del cristal, su belleza se proyecta,
En cada gota de agua, una frescura que no se sujeta,
En el eco de su fragancia, mi alma se despierta,
El jarro de anémonas, en tu amor me despierta.
En el rincón de la mesa, su presencia se destaca,
En cada tallo, una elegancia que no se opaca,
En el susurro de sus hojas, el alma se aplaca,
El jarro de anémonas, en tu amor me aplaca.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
El jarro de anémonas, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – El emperador del helado
El emperador del helado en su trono se halla,
En cada bocado, una dulzura que me embriaga,
En el gusto de su crema, mi alma se halla,
El emperador del helado, en tu amor me embriaga.
En la frescura de sus frutos, el alma se regocija,
En cada cucharada, una delicia que no se ahoga,
En el eco de su sabor, mi alma se desdibuja,
El emperador del helado, en tu amor me desdibuja.
En la brillantez de su coronación, se engalana,
En cada postre, un manjar que no se sacrifica,
En la realeza de su postre, mi alma se llena,
El emperador del helado, en tu amor me fascina.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada dulce, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
El emperador del helado, en tu amor me espera.
«Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘Notas hacia un supremo poema de la alegría'»
Notas hacia un supremo poema de la alegría se escriben,
En cada verso, una exaltación que no se resiste,
En el eco de las palabras, mi alma se despierte,
Notas hacia un supremo poema de la alegría, en tu amor se siente.
En el compás de su ritmo, el corazón se enardece,
En cada estrofa, una celebración que no se desvanece,
En el canto de sus líneas, mi alma se engrandece,
Notas hacia un supremo poema de la alegría, en tu amor crece.
En la paleta de colores, la vida se ilumina,
En cada matiz, una emoción que no se declina,
En el lienzo de la poesía, mi alma se imagina,
Notas hacia un supremo poema de la alegría, en tu amor se ilumina.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada verso, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
Notas hacia un supremo poema de la alegría, en tu amor me espera.
«Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘El cisne analiza la belleza'»
El cisne analiza la belleza en su reflejo,
En cada mirada, un asombro que no se desvanece,
En el espejo de sus aguas, mi alma se ve reflejo,
El cisne analiza la belleza, en tu amor se refleja.
En el movimiento de sus alas, el agua se estremece,
En cada aleteo, una gracia que no se abandona,
En el eco de su danza, mi alma se engrandece,
El cisne analiza la belleza, en tu amor me engrandece.
En la pureza de su ser, el alma se deslumbra,
En cada pluma, una elegancia que no se oculta,
En el silencio de su danza, mi alma se alumbra,
El cisne analiza la belleza, en tu amor se alumbra.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
El cisne analiza la belleza, en tu amor me espera.
«Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘El poema de las rocas'»
El poema de las rocas se esculpe en el tiempo,
En cada trazo, una historia que no se esconde,
En el susurro de las piedras, mi alma se eleva,
El poema de las rocas, en tu amor se eleva.
En el brillo de sus minerales, la tierra se ilumina,
En cada color, una paleta que no se desvanece,
En el eco de su esencia, mi alma se encamina,
El poema de las rocas, en tu amor se encamina.
En la solidez de su existencia, el alma se alza,
En cada relieve, una fortaleza que no se abate,
En el lienzo de su geología, mi alma se atrapa,
El poema de las rocas, en tu amor me atrapa.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
El poema de las rocas, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘El ramo de cedro
El ramo de cedro se alza en la naturaleza,
En cada rama, una fortaleza que no se disipa,
En el aroma de su madera, mi alma se embriaga,
El ramo de cedro, en tu amor me embriaga.
En el esplendor de sus hojas, la vida se proyecta,
En cada aguja, una elegancia que no se refrena,
En el eco de su esencia, mi alma se enreda,
El ramo de cedro, en tu amor me enreda.
En la sombra de su copa, el alma se resguarda,
En cada rincón, una protección que no se marchita,
En el silencio de su bosque, mi alma se guarda,
El ramo de cedro, en tu amor me guarda.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
El ramo de cedro, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘Dibujo de la sombra
Dibujo de la sombra en el crepúsculo se adueña,
En cada contorno, una imagen que no se borra,
En el reflejo de la luz, mi alma se sueña,
Dibujo de la sombra, en tu amor se sueña.
En el contraste de los tonos, el alma se mezcla,
En cada matiz, una magia que no se disuelve,
En el eco de su reflejo, mi alma se enriquece,
Dibujo de la sombra, en tu amor se enriquece.
En la penumbra de la noche, se revela,
En cada trazo, una elegancia que no se recela,
En el silencio de su arte, mi alma se devela,
Dibujo de la sombra, en tu amor se devela.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
Dibujo de la sombra, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘El poeta y la luna
El poeta y la luna en un diálogo se encuentran,
En cada palabra, una conexión que no se desvanecen,
En el brillo de su mirada, mi alma se encienden,
El poeta y la luna, en tu amor se encienden.
En la inspiración de su luz, el alma se inspira,
En cada verso, una poesía que no se marchita,
En el eco de sus susurros, mi alma se aspira,
El poeta y la luna, en tu amor se aspira.
En la quietud de la noche, la vida se revela,
En cada estrella, una historia que no se cancela,
En el misterio de su danza, mi alma se desvela,
El poeta y la luna, en tu amor se desvela.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
El poeta y la luna, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – Las ideas de la Academia
Las ideas de la Academia en la mente se congregan,
En cada pensamiento, una concepción que no se entiende,
En el susurro de su conocimiento, mi alma se huelga,
Las ideas de la Academia, en tu amor se entiende.
En la profundidad de sus pensamientos, el alma se expande,
En cada tesis, un descubrimiento que no se desbande,
En el eco de sus debates, mi alma se desmanda,
Las ideas de la Academia, en tu amor se desmanda.
En el saber de sus letras, el alma se cultiva,
En cada palabra, una sabiduría que no se aturde,
En el discurso de sus discusiones, mi alma se aviva,
Las ideas de la Academia, en tu amor se aviva.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
Las ideas de la Academia, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘La mujer que dobla sábanas azules'»
La mujer que dobla sábanas azules se encuentra,
En cada pliegue, una dedicación que no se arrienda,
En el aroma de la ropa, mi alma se impregna,
La mujer que dobla sábanas azules, en tu amor me impregna.
En el recuerdo de su abrazo, el alma se refugia,
En cada tela, una ternura que no se fatiga,
En el eco de su risa, mi alma se dulcifica,
La mujer que dobla sábanas azules, en tu amor me dulcifica.
En el gesto de su cuidado, el alma se regocija,
En cada arruga, una historia que no se marchita,
En la calidez de sus manos, mi alma se fija,
La mujer que dobla sábanas azules, en tu amor se fija.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
La mujer que dobla sábanas azules, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘Después de un viaje
Después de un viaje, en el regreso nos hallamos,
En cada huella, una experiencia que no se separa,
En el recuerdo de los caminos, mi alma se extravia,
Después de un viaje, en tu amor se extravia.
En el horizonte del viaje, el alma se expande,
En cada paisaje, una visión que no se desbande,
En el eco de las aventuras, mi alma se complace,
Después de un viaje, en tu amor se complace.
En la añoranza del retorno, el alma se estremece,
En cada recuerdo, una emoción que no se esfuma,
En el murmullo de los recuerdos, mi alma se mece,
Después de un viaje, en tu amor se mece.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
Después de un viaje, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘El ave de pájaro azul
El ave de pájaro azul en el cielo se alza,
En cada vuelo, una libertad que no se abraza,
En el canto de sus alas, mi alma se inspira,
El ave de pájaro azul, en tu amor se inspira.
En el horizonte del vuelo, el alma se expande,
En cada brisa, una delicadeza que no se marcha,
En el eco de su canto, mi alma se desbanda,
El ave de pájaro azul, en tu amor se desbanda.
En el fulgor de sus plumas, la vida se colma,
En cada color, una belleza que no se reforma,
En el brillo de su mirada, mi alma se abisma,
El ave de pájaro azul, en tu amor se abisma.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
El ave de pájaro azul, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘La casa junto al mar
La casa junto al mar en la playa se alza,
En cada ola, una serenidad que no se cansa,
En el murmullo de las aguas, mi alma se embarca,
La casa junto al mar, en tu amor me embarca.
En el reflejo de la luna, el alma se ilumina,
En cada marea, una mística que no se termina,
En el eco de las olas, mi alma se define,
La casa junto al mar, en tu amor se define.
En la brisa del viento, la vida se enriquece,
En cada rincón, una historia que no se mece,
En el aroma del océano, mi alma se agradece,
La casa junto al mar, en tu amor me agradece.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
La casa junto al mar, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – El retrato de la señora X
El retrato de la señora X en el lienzo se dibuja,
En cada trazo, una esencia que no se oculta,
En la elegancia de sus líneas, mi alma se dilucida,
El retrato de la señora X, en tu amor se dilucida.
En el reflejo de sus ojos, el alma se mira,
En cada detalle, una historia que no se retira,
En el eco de su mirada, mi alma se suspira,
El retrato de la señora X, en tu amor se suspira.
En la paleta de colores, su belleza se expresa,
En cada matiz, una gracia que no se disipa,
En el brillo de su sonrisa, mi alma se apresa,
El retrato de la señora X, en tu amor se apresa.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
El retrato de la señora X, en tu amor me espera.
Inspirado en el poema de Wallace Stevens – ‘Cielo de invierno
Cielo de invierno, en el frío se cubre,
En cada nube, una serenidad que no se interrumpe,
En el silencio del cielo, mi alma se alumbre,
Cielo de invierno, en tu amor se alumbre.
En la inmensidad del firmamento, el alma se eleva,
En cada estrella, un destello que no se sujeta,
En el eco de su resplandor, mi alma se relieve,
Cielo de invierno, en tu amor se relieve.
En el lienzo del cielo, las constelaciones se dibujan,
En cada astro, una magia que no se atenúa,
En el brillo de la luna, mi alma se ensamblan,
Cielo de invierno, en tu amor se ensamblan.
En la danza del tiempo, juntos somos eternos,
En cada instante, nuestro amor se hace invierno,
En el fulgor de la vida, nuestro amor es primavera,
Cielo de invierno, en tu amor me espera.