POEMAS DE FÉLIX GRANDE

Félix Grande, reconocido poeta y escritor español nacido en 1937, es una figura destacada de la Generación del 50. Sus poemas se caracterizan por su estilo lírico y su profundo compromiso social. A través de su poesía, Grande aborda temas como la injusticia, la desigualdad y la marginalidad, dando voz a los olvidados y excluidos de la sociedad. Sus versos son una amalgama de realidad y simbolismo, que evocan paisajes urbanos y rurales, y reflexionan sobre la condición humana. Con un lenguaje claro y directo, sus poemas capturan la esencia de la vida y resuenan con los sentimientos más profundos del lector, convirtiéndose en un testimonio imprescindible de la poesía contemporánea española.

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Balada del viejo marinero»

Al ocaso navegaré, mi capitán,

Surcando mares de sueños y nostalgias,

En la cubierta, el alma en calma,

Balada del viejo marinero, en cada ola, la vida se enlaza.

 

Las olas mecen la barca, su canto es eterno,

El marinero, en su travesía, la historia revive,

En cada estrofa, en cada verso, el pasado se hace cuento,

Balada del viejo marinero, en su ritmo, el alma se sumerge.

 

Los vientos son aliados, en cada rumbo se despliegan,

El marinero, en su brújula, encuentra destino,

En cada deriva, en cada brisa, el alma se protege,

Balada del viejo marinero, en su singladura, el alma se llena de tino.

 

Las estrellas son guías, en el firmamento brillan,

El marinero, en su noche, encuentra luz y esperanza,

En cada constelación, en cada lucero, el alma se encamina,

Balada del viejo marinero, en su navegación, el alma se lanza.

Inspirado en poemas de Félix Grande y "Balada del viejo marinero"

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Las mujeres del Greco»

 

Las damas del Greco, su mirada inmortal,

En cada retrato, en cada lienzo, su belleza se revela,

En el pincel del genio, la esencia se hace celestial,

Las mujeres del Greco, en su misterio, el alma se revela.

 

Sus rostros alargados, sus ojos profundos,

En cada trazo, en cada tono, su alma se despliega,

En cada mirada, en cada gesto, el alma se inunda,

Las mujeres del Greco, en su encanto, el alma se entrega.

 

Las musas de Toledo, en sus vestidos de época,

El Greco, en su paleta, plasma su esencia divina,

En cada modelo, en cada pose, el alma se sofoca,

Las mujeres del Greco, en su enigma, el alma se anima.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Canción de cuna para un hombre libre»

 

Arrulla el viento al hombre libre,

En el regazo de la noche, el sueño lo acaricia,

Canción de cuna para un hombre libre, en cada nota, la paz se escribe,

En el arrullo de la luna, el alma se desliza.

 

Los sueños lejanos, la libertad se torna verso,

Canción de cuna para un hombre libre, en cada verso, la esperanza se dibuja,

En cada estrofa, en cada melodía, el alma se inmersa,

Canción de cuna para un hombre libre, en su suave mecer, la vida se escucha.

 

La vida es un viaje, en cada estación se halla,

Canción de cuna para un hombre libre, en cada etapa, la sabiduría florece,

En cada vivencia, en cada lección, el alma se cala,

Canción de cuna para un hombre libre, en su camino, el alma crece.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Poema de los siete cráneos»

 

Siete cráneos en el umbral de la existencia,

En cada órbita, en cada hueso, la muerte se asemeja,

Poema de los siete cráneos, en su enigma, el alma se estremece,

En la esencia de la vida, la muerte se acecha.

 

Los destinos inciertos, en cada calavera se esconden,

Poema de los siete cráneos, en cada mirada, la eternidad se dibuja,

En cada surco, en cada grieta, el alma se responde,

Poema de los siete cráneos, en su misterio, el alma se diluja.

 

La muerte es una sombra, en cada paso se perfila,

Poema de los siete cráneos, en cada verso, la trascendencia se roza,

En cada verso, en cada estampa, el alma se vigila,

Poema de los siete cráneos, en su enigma, el alma se asoma.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Federico, el bailaor»

 

Federico, el bailaor, en su zapateo,

En cada taconeo, en cada palma, el alma se enciende,

El compás del flamenco, en su fuego, el alma se recreo,

Federico, el bailaor, en su arte, el alma se defiende.

 

En la pasión de la danza, el alma se despliega,

Federico, el bailaor, en cada vuelo, el alma se alza,

En cada giro, en cada movimiento, el alma se entrega,

Federico, el bailaor, en su arte, el alma se abrasa.

 

La música fluye, en cada acorde se halla,

Federico, el bailaor, en cada ritmo, el alma se enreda,

En cada melodía, en cada compás, el alma se estalla,

Federico, el bailaor, en su música, el alma se entrelaza.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Retorno a la marea»

 

Retorno a la marea, en la costa del recuerdo,

En cada ola, en cada espuma, el alma se envuelve,

En la playa de los sueños, la vida se vuelve puerto,

Retorno a la marea, en cada brisa, el alma se resuelve.

 

El vaivén de la marea, en el tiempo se dibuja,

Retorno a la marea, en cada orilla, el alma se posa,

En cada regreso, en cada partida, el alma se sitúa,

Retorno a la marea, en su vaivén, el alma se reconoce.

 

La marea es un viaje, en cada ola se halla,

Retorno a la marea, en cada etapa, la vida se desliza,

En cada subida, en cada bajada, el alma se regala,

Retorno a la marea, en su flujo, el alma se reaviva.

Inspirado en poemas de Félix Grande y "Federico, el bailaor"

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Los pájaros son las ramas»

 

Los pájaros son las ramas del cielo,

En cada vuelo, en cada canto, el alma se despliega,

En el vuelo de las aves, el alma se hace vuelo,

Los pájaros son las ramas, en su trino, el alma se entrega.

 

El nido en las alturas, la vida se avizora,

Los pájaros son las ramas, en cada nido, el alma se arropa,

En cada gorjeo, en cada graznido, el alma se enamora,

Los pájaros son las ramas, en su sinfonía, el alma se reconforta.

 

Las alas son su destino, en cada pluma se encuentra,

Los pájaros son las ramas, en cada ala, la libertad se anida,

En cada aleteo, en cada vuelo, el alma se desplaza y enfrenta,

Los pájaros son las ramas, en su vuelo, el alma se eleva y linda.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «En este mismo instante»

 

En este mismo instante, la vida acontece,

En cada latido, en cada suspiro, el alma se despierta,

En cada mirada, en cada gesto, el alma florece,

En este mismo instante, en su plenitud, el alma se acaricia.

 

El tiempo fluye, como río sereno,

En este mismo instante, en cada segundo, el alma se desplaza,

En cada instante, en cada momento, el alma se hace terreno,

En este mismo instante, en su eternidad, el alma se abraza.

 

La vida es una danza, en cada paso se halla,

En este mismo instante, en cada giro, el alma se encuentra,

En cada vuelta, en cada salto, el alma se lanza y estalla,

En este mismo instante, en su danza, el alma se goza y encumbra.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Un rincón en la mente»

 

Un rincón en la mente, el pasado se refleja,

En cada recuerdo, en cada imagen, el alma se resguarda,

En la memoria, un tesoro, en el alma se deja,

Un rincón en la mente, en su remembranza, el alma se guarda.

 

En cada huella, en cada experiencia, la vida se imprime,

Un rincón en la mente, en cada pensamiento, el alma se refugia,

En cada risa, en cada lágrima, el alma se reanima,

Un rincón en la mente, en su resguardo, el alma se sumerge.

 

Los recuerdos son tesoros, en cada recoveco se halla,

Un rincón en la mente, en cada atisbo, el alma se reconstruye,

En cada añoranza, en cada nostalgia, el alma se avalla,

Un rincón en la mente, en su nostalgia, el alma se luce.

Inspirado en poemas de Félix Grande y «En esta calle que desemboca»

 

En esta calle que desemboca, los sueños se cruzan,

En cada esquina, en cada recodo, el alma se encuentra,

En el laberinto urbano, los destinos se entrelazan,

En esta calle que desemboca, en su encrucijada, el alma se apacienta.

 

Los pasos resuenan, en cada adoquín se graban,

En esta calle que desemboca, en cada callejón, el alma se pierde,

En cada encuentro, en cada partida, el alma se avanza,

En esta calle que desemboca, en su andar, el alma se reencuentra.

 

Los recuerdos afloran, en cada esquina se inscriben,

En esta calle que desemboca, en cada farol, el alma se ilumina,

En cada ventana, en cada balcón, el alma se descubre y atribuyen,

En esta calle que desemboca, en su recorrido, el alma se ilusiona.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «A orillas de la palabra»

 

A orillas de la palabra, mi pluma navega,

En cada verso, en cada estrofa, el alma se despliega,

Las olas de tinta, en el papel, se mecen y juegan,

A orillas de la palabra, en su fluir, el alma se sosiega.

 

Las letras son velas, en el viento se ondean,

A orillas de la palabra, en cada rima, el alma se ilumina,

En cada línea, en cada versículo, el alma se enriquece y sueña,

A orillas de la palabra, en su danza, el alma se encamina.

 

El papel es un lienzo, en la tinta se plasma,

A orillas de la palabra, en cada trazo, el alma se estampa,

En cada narración, en cada poesía, el alma se alza,

A orillas de la palabra, en su inspiración, el alma se encampa.

 

Oh, palabras que danzan, en el verso se abrazan,

A orillas de la palabra, en cada canto, el alma se despliega,

En cada oración, en cada letra, el alma se enlaza,

A orillas de la palabra, en su sinfonía, el alma se entrega.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «El sueño de las formas»

 

El sueño de las formas, en el lienzo se dibuja,

En cada trazo, en cada color, el alma se desvela,

Las figuras que cobran vida, en la pintura se conjuga,

El sueño de las formas, en su encanto, el alma se estrella.

 

Las líneas danzan, en la armonía se entrelazan,

El sueño de las formas, en cada esencia, el alma se ilumina,

En cada contorno, en cada sombra, el alma se abraza,

El sueño de las formas, en su magia, el alma se afina.

 

El pincel es un conjuro, en la tela se enreda,

El sueño de las formas, en cada matiz, el alma se embriaga,

En cada perspectiva, en cada escorzo, el alma se eleva,

El sueño de las formas, en su inspiración, el alma se entrega y plagia.

 

Oh, formas que se entrelazan, en la pintura se alían,

El sueño de las formas, en cada obra, el alma se desborda,

En cada trama, en cada estilo, el alma se unifica,

El sueño de las formas, en su creación, el alma se enorgullece y borda.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «El jardín de la mirada»

 

El jardín de la mirada, en los ojos florece,

En cada parpadeo, en cada destello, el alma se asoma,

Las flores de la expresión, en la pupila crecen,

El jardín de la mirada, en su mirar, el alma se toma.

 

Los colores se entrelazan, en el iris se reflejan,

El jardín de la mirada, en cada matiz, el alma se ilumina,

En cada mirar, en cada escrutar, el alma se rehace y se quejan,

El jardín de la mirada, en su expresión, el alma se fascina.

 

Las palabras se vuelven pétalos, en el corazón se enredan,

El jardín de la mirada, en cada conversación, el alma se acerca,

En cada gesto, en cada sonrisa, el alma se despliegan,

El jardín de la mirada, en su magia, el alma se abraza y embriaga.

 

Oh, jardín de las miradas, en el lenguaje se escribe,

El jardín de la mirada, en cada vocablo, el alma se cosecha,

En cada par de ojos, en cada mirar, el alma se vive,

El jardín de la mirada, en su poesía, el alma se engrandece y repleta.

 

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «El canto de la vida»

 

El canto de la vida, en cada latido resuena,

En cada nota, en cada melodía, el alma se expande,

Las voces de la existencia, en el coro se entretejen,

El canto de la vida, en su sinfonía, el alma se enaltece y demanda.

 

Las letras forman versos, en el pentagrama se enlazan,

El canto de la vida, en cada estrofa, el alma se enraíza,

En cada corchea, en cada silencio, el alma se ensalza,

El canto de la vida, en su armonía, el alma se extravía y fructifica.

 

Las estrofas son momentos, en la partitura se enredan,

El canto de la vida, en cada verso, el alma se engrandece,

En cada acorde, en cada entonación, el alma se ahonda y queda,

El canto de la vida, en su melodía, el alma se enriquece y agradece.

 

Oh, canto de la vida, en cada respirar se manifiesta,

El canto de la vida, en cada compás, el alma se inspira,

En cada melodía, en cada eco, el alma se atesta,

El canto de la vida, en su ritmo, el alma se entona y trasciende.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «En los confines del tiempo»

 

En los confines del tiempo, el pasado se vislumbra,

En cada recuerdo, en cada huella, el alma se rememora,

Las memorias del ayer, en la memoria se desdibujan,

En los confines del tiempo, en su añoranza, el alma se demora.

 

Las horas se entrelazan, en el reloj se desvanecen,

En los confines del tiempo, en cada segundo, el alma se entreteje,

En cada instante, en cada instante, el alma se enriquece,

En los confines del tiempo, en su transcurrir, el alma se maneje.

 

El futuro se avizora, en cada sueño se proyecta,

En los confines del tiempo, en cada visión, el alma se aventura,

En cada esperanza, en cada expectativa, el alma se refleja,

En los confines del tiempo, en su premonición, el alma se estructura.

 

Oh, tiempo que fluye como río caudaloso,

En los confines del tiempo, en cada corriente, el alma se deleita,

En cada cascada, en cada remanso, el alma se desposa,

En los confines del tiempo, en su caudal, el alma se aleita y desenfrenada.

Inspirado en poemas de Félix Grande y "En los confines del tiempo"

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Caminante del sueño»

 

Caminante del sueño, en la senda de la imaginación,

En cada paso, en cada huella, el alma se aventura,

Las quimeras del soñador, en su andar, se hacen canción,

Caminante del sueño, en cada melodía, el alma se asombra y asegura.

 

Los sueños son mundos, en la mente se conciben,

Caminante del sueño, en cada idea, el alma se descubre,

En cada utopía, en cada fantasía, el alma se persigue,

Caminante del sueño, en su viaje, el alma se expande y se atreve.

 

Las estrellas son faros, en la noche se erigen,

Caminante del sueño, en cada estrella, el alma se orienta,

En cada constelación, en cada astro, el alma se rige,

Caminante del sueño, en su cosmos, el alma se alienta y experimenta.

 

Oh, caminante de sueños, en la mente se abraza la vida,

Caminante del sueño, en cada travesía, el alma se despliega,

En cada paso, en cada tramo, el alma se despide y se aviva,

Caminante del sueño, en su viaje, el alma se enaltece y se desencuentra.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «La danza de los colores»

 

La danza de los colores, en el lienzo se entrelaza,

En cada pincelada, en cada trazo, el alma se fusiona,

Las tonalidades y matices, en su coreografía se enlaza,

La danza de los colores, en su armonía, el alma se emociona.

 

Los rojos encienden pasiones, en el corazón se despliegan,

La danza de los colores, en cada llama, el alma se enciende,

En cada fuego, en cada lava, el alma se arrebata y entrega,

La danza de los colores, en su calidez, el alma se comprende.

 

Los azules acarician el cielo, en la distancia se abrazan,

La danza de los colores, en cada suspiro, el alma se serena,

En cada brisa, en cada mar, el alma se aquietan y enlazan,

La danza de los colores, en su quietud, el alma se llena.

 

Los verdes se funden con la naturaleza, en la vida se embriagan,

La danza de los colores, en cada hoja, el alma se renueva,

En cada bosque, en cada prado, el alma se reconfortan y empagan,

La danza de los colores, en su frescura, el alma se alegra y se suelta.

 

Oh, danza de los colores, en cada cuadro se inscribe,

La danza de los colores, en cada obra, el alma se eterniza,

En cada pincelada, en cada trazo, el alma se atreve y percibe,

La danza de los colores, en su paleta, el alma se embellece y magnifica.

 

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Los hilos del destino»

 

Los hilos del destino, en el tapiz se entretejen,

En cada hebra, en cada urdimbre, el alma se enreda,

Las tramas de la vida, en su danza se enriquecen,

Los hilos del destino, en su tejido, el alma se yergue y remeda.

 

Las decisiones son nudos, en el camino se atan,

Los hilos del destino, en cada encrucijada, el alma se debate,

En cada elección, en cada encanto, el alma se adapta y maniata,

Los hilos del destino, en su cruzar, el alma se define y arrebata.

 

Los colores son emociones, en cada matiz se despliegan,

Los hilos del destino, en cada tono, el alma se emociona,

En cada giro, en cada vuelta, el alma se enraíza y relega,

Los hilos del destino, en su travesía, el alma se forja y abandona.

 

Oh, hilos del destino, en cada urdimbre se conectan,

Los hilos del destino, en cada hilo, el alma se enlaza y desenlaza,

En cada vuelta, en cada nudo, el alma se interconectan,

Los hilos del destino, en su tejido, el alma se encarna y embaza.

Inspirado en poemas de Félix Grande y «Alegoría de la poesía»

 

Alegoría de la poesía, en cada verso se despliega,

En cada palabra, en cada estrofa, el alma se expresa,

Las metáforas y símiles, en su danza se entretejen,

Alegoría de la poesía, en su magia, el alma se empieza.

 

Los versos son ríos, en el papel se desbordan,

Alegoría de la poesía, en cada cauce, el alma se fluye,

En cada corriente, en cada cascada, el alma se acuerda y borda,

Alegoría de la poesía, en su fluir, el alma se alza y se luce.

 

Las palabras son alas, en la imaginación se elevan,

Alegoría de la poesía, en cada vuelo, el alma se libera,

En cada vuelo, en cada vuelta, el alma se desahoga y atreve,

Alegoría de la poesía, en su vuelo, el alma se despierta.

 

Oh, alegoría de la poesía, en cada estrofa se recrea,

Alegoría de la poesía, en cada canto, el alma se engrandece,

En cada soneto, en cada verso, el alma se atesora y crea,

Alegoría de la poesía, en su arte, el alma se agradece y engrandece.