POEMA CORTO E INSPIRACIONES DE GRANDES AUTORES

El arte de la poesía se ha expresado a lo largo de la historia en diversas formas y estilos, pero en ocasiones, es la brevedad la que puede transmitir una intensidad y profundidad únicas. Los poemas cortos, conocidos también como micropoemas o haikus, son verdaderas joyas literarias que capturan la esencia de la emoción en unos pocos versos.

Poema corto inspirado de Cada canción (Federico García Lorca)

Cada poema es un rincón del sentir.

Cada estrella, un rincón del tiempo. Un enlace del tiempo.

Y cada aliento, un rincón del clamor.

Quien alumbra (Alejandra Pizarnik)

Cuando tus ojos se encuentran con los míos,

mis pupilas se convierten en llaves mágicas,

que abren los misterios escondidos tras el muro,

mi temor se desvanece y da paso a versos y poesía.

Eres el único capaz de transformar mi memoria,

en una inquieta aventurera, ávida por descubrir,

un ardor apasionado e interminable.

 

Poema corto inspirado de El desvío (Pablo Neruda)

Si de nuevo tu paso se desvía,

será cercenado sin miramientos.

Si tu mano elige otro sendero,

se marchitará, pálida y corrompida.

Si me apartas de tu existencia,

morirás en vida, un alma apagada.

Seguirás siendo sombra o muerte,

deambulando sin mí por la tierra.

 

Poema corto inspirado de El desvío (Pablo Neruda)

Poema corto inspirado de Aquí (Octavio Paz)

Si tus pasos se extravían otra vez,

serán truncados sin piedad.

Si tu mano busca otros caminos,

se marchitará, palideciendo y corrompiéndose.

Si me alejas de tu vida,

morirás en vida, un alma extinguida.

Seguirás como sombra o muerte,

vagando sin mí por la tierra.

 

Poema corto inspirado de A un general (Julio Cortázar)

Tierra de manos manchadas sin pinceles,

donde los niños yacen boca abajo con cepillos de dientes.

Un lugar donde la rata es elevada,

y ondean innumerables banderas mientras entonan himnos.

Y alguien, maldito seas,

te coloca una medalla en el pecho.

Y te marchitas sin diferencia.

Poema corto inspirado de Paz (Alfonsina Storni)

Avancemos hacia los árboles… el sueño.

Se instaurará en nosotros por divina gracia.

Avancemos hacia los árboles; la noche.

La tristeza será suave y gentil con nosotros.

Avancemos hacia los árboles, el alma

Adormecida por el perfume del campo.

Pero calla, no hables, sé compasivo;

No despertemos a los pájaros que duermen.

Poema corto inspirado de Arde en tus ojos, de Antonio Machado

“En la hoguera de tus ojos, enigma arde,

misteriosa y fiel compañera.

¿Será pasión o rencor la llama intensa

que danza inagotable, en tu mirada austera?

 

Conmigo, en la penumbra, siempre estarás,

mi cuerpo proyecta sombras que no se amedrentan.

¿Eres un anhelo o la calma en mi destino?

Háblame, esquiva virgen, alma que gobierna.

 

En tus ojos el misterio florece,

un universo desconocido que me espera.

En cada latido, en cada verso, crece

la incógnita viva, la verdad sincera.”

 

Poema corto inspirado de Si me quieres, quiéreme entera, de Dulce María Loynaz

“Si me amas, ámame sin medida,

no por fragmentos ni dualidades…

Si me amas, ámame colorida,

en todos mis matices y realidades.

 

Ámame en el alba,

ámame en el ocaso…

En la penumbra y la claridad despierta.

Si me amas, no recortes mi alma,

Ámame por entero… O no me quieras.”

 

Poema corto inspirado de Madrigal, de Amado Nervo

“En la inmensidad de tus ojos verdes me perdería,

sirena que encandila al más sagaz,

amor y temor que en mí surgiría.

En la profunda esencia de tus ojos verdes me perdería.

 

En ellos, fugazmente, brilla la melancolía,

refugio donde encuentro paz,

misteriosos como mi propia esperanza sombría,

en tus ojos verdes, mi hechizo y mi salvoconducto eficaz,

sería.”

 

Poema corto inspirado de A veces, de Nicolás Guillén

 

“En el rincón de mis sueños más atrevidos,

te nombro dueña de mi locura.

En el eco de mis pensamientos tontos,

susurro que te quiero con ternura.

 

Como niño en tu abrazo me acurrucaría,

buscando refugio en tu dulce ser.

 

Y si bajo la tierra un día yaciera,

mi amor seguiría creciendo, floreciendo,

como una flor, eterna, para ti mujer.”

Poema corto inspirado de A veces, de Nicolás Guillén

Poema corto inspirado de Presente simple (Confianza), de Pedro Salinas

 

“En el eterno ahora, cantando,

sin ataduras de ayer ni mañana.

 

No hay silencio, ni palabras fluyendo,

solo tu voz, cálida, susurrándome.

 

Ni manos, ni labios enlazados,

dos cuerpos que anhelan, distanciados.

 

No hay luz ni oscuridad, solo el fulgor,

la visión profunda del alma que se entrega.

 

Y al final, al final,

ni placer ni dolor,

ni cielo ni tierra,

ni arriba ni abajo,

ni vida ni muerte, nada,

solo el amor, eternamente amando.”

 

Poema corto inspirado de Te ofrezco, de Paul Verlaine

 

“Te ofrezco un canto libre, sin ataduras ni rosas,

Mi corazón sincero, que a tu alma se desvela;

Tus manos lo acarician, mis miedos ya no asoman,

En tu mirada encuentro la paz que me consuela.

 

Bajo la sombra amable, la tarde se ha posado,

Susurros del viento, acarician mi ser;

En el abrazo suave, el tiempo se ha parado,

Unidos en un sueño que ansío retener.

 

Cuando la tormenta cese, en calma y serenidad,

Mis dedos entretejen, tus cabellos en danza,

Sobre tu pecho tierno, reposo con humildad,

El eco de tus besos, en mi alma se enlaza.

 

Poema corto inspirado de Te ofrezco, de Paul Verlaine

Así, en este poema, nuestra historia se entrelaza,

Versos de amor y vida, que el destino abraza.”

 

Poema corto inspirado de Contigo, de Luis Cernuda

 

“Eres la raíz de mi existencia, mi tierra,

En cada latido, tú fluyes como un río sereno;

Mi ser se arraiga en ti, sin más frontera,

Eres el hogar donde encuentro todo pleno.

 

Mi gente, eres el abrazo que me cobija,

La familia que en unidad se afianza;

En tus ojos encuentro la luz que me guía,

Y en tus risas, la esperanza que nunca se cansa.

 

El destierro y la muerte carecen de sentido,

Si tú estás conmigo, en cada paso y suspiro;

Juntos, los miedos se tornan viento perdido,

Y en cada adversidad, somos un escudo firme.

 

¿Y mi vida? Es la melodía que contigo baila,

La sinfonía que crea nuestra historia compartida;

Eres la razón por la que mi alma no desmaye,

Sin ti, mi vida, sería una melodía perdida.”

 

Poema corto inspirado de como si cada beso, de Fernando Pessoa

 

“Como si cada verso

Fuese de añoranza,

Amada mía, declamemos, sintiendo.

Quién sabe si en el horizonte

Asome la sombra del adiós,

Como un suspiro que se desvanece;

Enlazando los recuerdos

Con el eco eterno de nuestros sueños,

Y la melodía compartida del destino.

 

Como si cada mirada

Hablara sin palabras,

Mi dulce amor, contemplémonos, fundiéndonos.

Quizás llegue el día

En que el tiempo nos llame a partir,

Cual hojas que danzan con el viento;

Y así, tejamos los momentos

Con el tejido intangible del alma,

Y la trama inmortal de la existencia.

 

Como si cada caricia

Fuese un verso sin rima,

Oh, compañero fiel, acariciémonos, vibrando.

A lo mejor llegue la hora

De soltar las manos y liberar el vuelo,

Como aves que emprenden el viaje;

Entrelazando nuestras esencias

Con el latido atemporal del universo,

Y el misterio profundo de la creación.”

 

Poema corto inspirado de Amor, de Salvador Novo

 

“Bajo el velo del tímido silencio,

cercano a ti, sin que percibas,

tu voz se arraiga cuando te marchas,

y el saludo brinda cálido abrigo.

 

Aguardarte deseo, como ocaso en calma,

ni antes ni después, solo el presente,

entre risas y cuentos, junto a la palma,

sobre la tierra seca, amor latente.

 

En el misterio que nos enlaza y atrae,

dos almas danzan en la luz del atardecer,

tejiendo sueños, con pasión y sin tregua,

en un amor único, sin parangón nacer.

 

Cada mirada, un mundo compartido,

cada palabra, un latido en simetría,

enlazando nuestras vidas, un destino tejido,

nutriendo el fuego de esta eterna poesía.

 

Así, en este poema que brota del corazón,

fusionamos sentimientos con arte singular,

un amor original, que trasciende la razón,

eternizando en versos, nuestro dulce paladar.”

 

Poema corto inspirado de Amor, de Salvador Novo

Poema corto inspirado de Yo no quiero morirme sin saber de tu boca, de Elsa López

 

“En el rincón de un sueño, anhelo tu boca,

la caricia del tiempo, unidos en pasión.

Quiero vivir el amor, sin sombra ni loca,

bailando en la danza de nuestra unión.

 

Que mi alma no parta, jamás perpleja,

sino llena de dicha, de vida y verdad.

Que en tus brazos encuentre su plena certeza,

tejiendo juntos un eterno lazar.

 

Las playas lejanas no serán nuestro destino,

sino unidos en una, que nosotros creamos,

donde los versos fluyan, como dulce vino,

y nuestros corazones en un latir sincronizamos.

 

Que el desconsuelo se disuelva en el viento,

que la triste cúpula se llene de luz,

nuestros sueños serán nuestro aliento,

viviendo el presente, sin pensar en la cruz.

 

Quiero entregarte mi ser, sin medida,

que en el éxtasis del amor nos fundamos,

y en cada caricia, en cada mirada perdida,

nuestros cuerpos y almas se entrelacen y amamos.

 

Que nuestra historia sea un cuento encantado,

tejiendo el futuro con hilos dorados,

sin miedo al ocaso, unidos y enamorados,

nuestro amor eterno, en cada latido grabado.”

 

Poema corto inspirado de Canción del demasiado amor, de Vinicius de Morais

 

“Quiero llorar porque te amé sin tregua,

quiero morir porque me diste vida plena,

Oh, amor mío, ¿encontraré alguna vez la calma?

¿Será que en mi ser, solo existe saudade?

 

Ya no sé qué rumbo tomará mi destino,

todo me susurra que el amor me condena,

qué desespero trae consigo este camino,

ahora entiendo el significado del amor, sin pena.

 

Me perdí en tus ojos, en tus caricias suaves,

te entregué mi alma, sin pensar en el final,

ahora cargando este dolor, que el amor desgarró,

descubro que la felicidad se escapó.

 

Pero en la oscuridad, buscaré mi alborada,

sanaré mis heridas, renaciendo con fuerza,

aprenderé a amarme, seré mi propia espada,

y en mi corazón, encontraré la verdadera esencia.

 

Quizás el amor me sorprenda nuevamente,

con un abrazo sincero, con un nuevo amanecer,

sin miedo a la entrega, sin estar ausente,

viviendo en plenitud, sin temer al padecer.”

Poema corto inspirado de Me tienes y soy tuya, de Ángela Figuera Aymerich

 

“Eres mío y soy tuyo, enlazados sin desvelo,

como el alma a su cuerpo, fuertes y sinceros,

tan próximos y unidos, pero a veces tan lejos,

en la danza incierta de los anhelos.

 

Tus palabras, un eco, que me encuentra cerrada,

como escudo protector, en silencios profundos,

mas quisieras, mi amor, descubrir la morada,

donde se oculta el misterio entre vagos rumbos.

 

Si existe una llave, no la poseo entera,

pues también me extravío en mi propio laberinto,

buscando en mi ser, en mi esencia sincera,

la verdad esquiva que se oculta en el tintineo.

 

Somos dos almas danzantes, fusionadas y libres,

compartiendo en la vida, sueños y deseos,

pero en esta travesía, donde el amor se vive,

ambos exploramos los enigmas que poseemos.”

Poema corto inspirado de Me tienes y soy tuya, de Ángela Figuera Aymerich

Poema corto inspirado de Amor eterno, de Gustavo Adolfo Bécquer

 

“Eres el latido que acelera mi pecho,

el suspiro que mi alma anhela,

unidos en la esencia, un solo reflejo,

como dos estrellas en la misma constelación bella.

 

Tan cerca que somos uno en cada destello,

como el mar abraza la arena en su vaivén,

pero a veces, la distancia se hace un sello,

y se crea un manto de silencio en el edén.

 

Tus palabras son luces que iluminan mi senda,

pero en ocasiones, me encuentro encerrada,

buscando la llave que mi alma comprenda,

explorando en mis adentros, la verdad anhelada.”

 

Poema corto inspirado de Rima I, de Gustavo Adolfo Bécquer

 

“Yo sé un himno gigante y extraño,

que emerge en la oscuridad del alma en aurora,

y estas páginas lo componen, los versos que embaucan,

melodías que el aire despliega en las sombras.

 

Anhelo escribir, del ser humano,

domando el rebelde lenguaje mezquino,

con palabras que en sí mismas sean armonías,

suspiros y risas, colores y notas en destino.

 

Mas en vano es luchar, pues ninguna clave

puede encerrarlo, es un misterio que trasciende,

y apenas, ¡oh, hermosa!, si tu mano cálida y suave,

pudiera, al oído, revelártelo en confidencias.”

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